LA CANTIDAD EN EL ENTENDIMIENTO HUMANO

El sentido de cantidad, concepto difundido como el “number sense”, presente en muchas especies animales, está particularmente desarrollado en el hombre. En vez del número es preferible señalar que se trata de la cantidad, pues ésta se refiere mejor a los atributos de la inteligencia humana de poder contar, medir y pesar, siendo el número la expresión del resultado de tales acciones. Esos atributos son tan importantes en la vida cotidiana, en diversidad de acciones asociadas o dependientes de ellos, que las formas verbales que las definen conforman grupos de los más grandes en diferentes idiomas. En castellano se puede mencionar más de un centenar de verbos de esa naturaleza.

El sentido de cantidad permite conocer la magnitud de una cosa y relacionarla con la de otra de la misma especie, en lo que se llama razón. De ahí hay un paso a relacionar razones en lo que se conoce como proporción. El sentido de proporción, es la operación de mayor síntesis de la inteligencia; su concepto es intuitivo. Éste, con el sentido de cantidad, forma una dualidad que actúa en forma constante en el pensamiento y en su consecuencia en la posible acción. Así, el sentido de cantidad permite contar, medir y pesar, y el sentido de  proporción hacer analogías (relaciones de semejanzas); escalas (sucesiones ordenadas de valores) y módulos (referencias para graduar series). Ambos sentidos, de cantidad y de proporción, no se adquirirían; estarían, como simiente innata, en la mente humana para su desarrollo con la formación y la experiencia.

En el amplio campo de la obra humana, el sentido de proporción en general permite relacionar lo que se puede en la aplicación de cada uno de sus cinco sentidos sensibles, y en los posibles casos de una combinación de algunos de ellos, del mismo modo como la sindéresis compone las tres facultades del espíritu humano (voluntad, entendimiento y memoria). Cada persona puede, entre otras posibilidades creativas según su individual capacidad y destreza, por ejemplo, modular los sonidos que emite con su voz o por medio de instrumentos; y dar forma en dos o tres dimensiones, lo que hace con la aplicación de su sentido del tacto. En cambio, otras especies en general se limitan a utilizar las proporciones que la Naturaleza ha puesto en sus sentidos, sin mayor innovación y creatividad.

Sin embargo, como percepción y acción subsiguiente, aunque no de creación, siendo el sentido de proporción la base de otros necesarios para la vida en general, como los de ubicación temporal y espacial, orientación, distancia, dirección, velocidad y movimiento, el hombre los tiene todos, pero hay otras especies que los poseen mejor. Aún así, el hombre tiene capacidades superiores para interpretar la percepción y para la creación, que aquí se entiende y trata en el ámbito de los sentidos de cantidad y proporción, en lo que es mensurable en dos dimensiones o puede ser reducido a ellas, en la Naturaleza y en la obra humana. Se trata del ejercicio de la esencial facultad del entendimiento humano que permite concebir las cosas, compararlas, juzgarlas, e induce y deduce otras de las que ya conoce

Carlos Calvimontes Rojas

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